Seguramente habrás oído mencionar el término libro de bolsillo al menos una vez en tu vida, quizá en referencia a algún libro que hayas leído o comprado, o con respecto a algún catálogo que hayas consultado.
Tanto si eres un joven diseñador, un impresor o el director artístico de una agencia, queremos aclarar un poco más tus ideas sobre este tipo de encuadernación y darte más confianza y competencia para la realización de tus próximos proyectos.
Pero incluso si tu profesión no tiene nada que ver con el diseño, puede que te resulte útil saber más sobre el libro de bolsillo y la encuadernación fresada.
¿Qué tipos de encuadernación existen?
En primer lugar, hay dos tipos principales de rústica: fresada y cosida. La primera, en la que nos vamos a centrar, también se llama encuadernación con cola, precisamente porque utiliza cola para fijar las páginas. La segunda, en cambio, además del uso de pegamento, requiere que las cuartetas que componen el bloque del libro estén cosidas. Por lo general, estas dos encuadernaciones se distinguían porque la encuadernación cosida se consideraba de mayor calidad que la encuadernación fresada, pero gracias a los modernos avances tecnológicos, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que ambas son una excelente opción para encuadernar libros impresos con lomos de más de 2 o 3 milímetros.
De hecho, la encuadernación en rústica fresada se ha convertido en un estándar de embalaje a nivel mundial y es posible que no seas consciente de que la mayor parte del material impreso con el que entra en contacto a diario está probablemente encuadernado en rústica. Los libros de papel recortados modernos, gracias también a las mejoras en el campo de los materiales de encolado, tienen una resistencia y una solidez que no tienen nada que envidiar a los libros de papel encuadernados con alambre, al tiempo que consiguen mantener los costes bajos.
Esto permite ofrecer un producto al público a un precio asequible, lo que facilita a los productores producir incluso pequeñas tiradas. La repercusión en la clientela es ciertamente positiva: basta pensar en los jóvenes escritores que desean ver impreso un ejemplar de su libro, los que quieren imprimir trabajos de investigación o disertaciones u otros artículos similares.
Evidentemente, el libro en rústica también es una excelente solución en el caso de grandes producciones. Su bajo precio y su alta calidad lo convierten en un producto perfecto para imprimir varios volúmenes o grandes cantidades de catálogos.
¿Cómo se produce la encuadernación fresada?
Los volúmenes, una vez impresos y plegados, se cortan en páginas individuales que se superponen entre sí. Las páginas se unen en el lomo con una capa de cola, preferiblemente de poliuretano. Gracias al proceso de fresado, el pegamento penetra más fácilmente en las páginas, haciendo que la encuadernación final sea sólida y resistente. El agarre de la cola también puede verse favorecido por la elección de papeles porosos o ligeros, y siempre es una buena idea dejar que el libro de bolsillo descanse después de haber sido encuadernado para asegurar un ajuste perfecto del bloque del libro.
A continuación, se recorta el libro en rústica, con su cubierta, y el producto final queda así terminado. Ya sea un libro, una revista o una tesis, su proyecto está listo para llegar a la estantería de una librería, al mostrador de un quiosco o al escritorio de un decano.
¿Para qué productos debería elegirlo?
Gracias a su excelente sujeción, este tipo de encuadernación se recomienda especialmente para los impresos que deben hojearse a menudo o manipularse con frecuencia, como los catálogos, los libros de lectura o las revistas.
Lo importante, sea cual sea tu proyecto, es que el lomo sea lo suficientemente ancho para permitir un buen agarre de la cola: la altura mínima sugerida, en estos casos, es de al menos un par de milímetros.
Saber el grosor de su libro no sólo depende del número de páginas, sino también del tipo de papel que elija, el grosor y el gramaje de las hojas. Esta información también es fundamental para el diseño de la cubierta y la encuadernación, que, en el caso de los libros de bolsillo, debe tener siempre en cuenta el tamaño del lomo, sobre todo si se decide imprimirlo.
De todos estos datos se desprende que la encuadernación en rústica fresada está especialmente indicada para proyectos de un gran número de páginas, a diferencia de otros métodos de encuadernación, como el grapado, que también puede adaptarse perfectamente a impresiones de pocas páginas.